*La activista se registró como aspirante a candidata ante su partido
Diana Laura Marroquín Bayardo |
Ahora que Diana
Marroquín Bayardo se ha registrado, con todas las de la ley, como aspirante a
candidata a alcaldesa de Tulancingo, después que ha cumplimentado los
requisitos que marca la convocatoria emitida por el Partido del Trabajo (PT),
en los corrillos políticos de la ciudad satélite, se comenta que hay
preocupación entre los demás aspirantes de los otros partidos.
Tan es así, que
los priístas y morenistas son los que
han demostrado mayor incertidumbre al pensar en los posibles resultados de las
elecciones de junio próximo, augurando que podrían ser adversos si el partido
de la estrella impulsa la candidatura de
la activista tulancinguense.
Más aún, por el
divisionismo que se ha generado al interior del Revolucionario Institucional
(PRI) y del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) puesto que en ambos ha
sido lacerante la sombra del ex rector de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Gerardo Sosa
Castelán que sigue empecinado en imponer a sus seguidores a pesar de que tienen
una popularidad negativa.
Por su parte, la
también comunicóloga Marroquín Bayardo, a través de un comunicado de prensa,
vía redes sociales, ha hecho público su registro ante las comisiones Nacional
de Elecciones y Procedimientos Internos y la Ejecutiva Nacional del PT, que al
momento de conocerse entre la opinión pública tulancinguense, las reacciones de
preocupación no se dejaron esperar, principalmente, por el actual gobierno
local que encabeza Fernando Pérez.
Incluso, muchos
consideran que el alcalde le está volteando bandera a su partido el PRI, puesto
le está apostando a su tocayo y compadre, el regidor de Acción Nacional,
Fernando Lemus, como su sucesor, pero al
parecer el edil no contaba con que Diana Marroquín se integraría a la lista de
aspirantes, ya que es una fuerte rival que cuenta con un capital político de
gran magnitud, gracias a su labor social, además de ser quien ha tenido el
valor civil de denunciar las anomalías y corruptelas que se cometen en su
municipio por parte de las autoridades locales.
En lo que
respecta a MORENA, se puede decir que por la intromisión del grupo universidad,
los naturales morenistas están descuidando su frente de batalla, lo que sin
duda los deja casi sin posibilidades de triunfo aunque quieran repetir la dosis
de mercadotecnia política con la imagen del presidente de la República Andrés
Manuel López Obrador; incluso, de hacerlo, podría resultarles un arma de dos
filos.
Asimismo,
Marroquín Bayardo, explica en su comunicado que cumplió con los requisitos que
marca la Constitución Política del país, la del estado, de la ley electoral y
de la convocatoria del PT, con lo que queda claro que no tiene antecedentes
penales, no está inhabilitada para desempeñar cargos públicos, ni se encuentra
inmersa en un proceso judicial en su contra, es decir, no tiene ningún
impedimento legal para, primero, ser candidata y, segundo, si el voto la
favorece, para ser presidenta municipal de Tulancingo.
Por lo pronto,
los tiempos fatales no se han dado y cada instituto político, se supone, está
haciendo lo que le corresponde, por lo tanto sigue la moneda en el aire.
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